Una maravilla llamada Perl

Sé que llego tarde, pero más vale tarde que nunca.

Dado el poco trabajo que nos están dando en el curro, cercano al cero absoluto, decidí practicar un poco algún lenguaje de scripting, y de paso automatizar un par de tareas que ya sabía de antemano que tendría que repetir unas cuantas veces.

Ya había usado Perl para un script sencillo para procesar desensamblados de PSP, así que decidí seguir con él. La verdad es que para alguien que lleva programando 15 años lenguajes estructurados, es una patada en la boca. La sencillez con la que se resuelven los problemas es asombrosa. Una vez que se entienden un poco las extrañas variables disponibles (@_, $_, $', por poner algunos ejemplos, idóneas para recordarlas) junto con las poderosas expresiones regulares (m/texto/ devuelve verdadero si la cadena contiene "texto"), y sumándole las numerosas librerías de que dispone y el acceso sencillísimo a ejecutar comandos, es una fuente ilimitada de poder. Imagina cargar un fichero en una variable sólo con hacer @file = <fd>. Esto es Perl.

Esto no quiere decir que el lenguaje no esté exento de crítica. Todas estas facilidades obviamente redundan en una quasi-criptografía para descifrar programas escritos por otros (para muestra un botón: Just Another Perl Hacker), el peligro de acostumbrarse a programar mal debido a las facilidades que ofrece y definitivamente el volverse excesivamente vago y programar scripts hasta para abrir una ventana.

Una buena página para leer después de haber hecho un par de scripts en Perl, sobre todo de manejo de ficheros, es sin duda ésta.

Ahora entiendo el significado de esa camiseta que vi un día surfeando en las cálidas playas de la World Wide Web: "I can replace you with a very short Perl script".